jueves, 8 de marzo de 2012

Anécdotas curiosas en mis novelas: la historia real de una mohawk valiente.

Charlotte Edith Anderson, india mohawk

Hoy día de la mujer trabajadora os traigo la historia de una mujer real, porque la realidad superó a mis historia de ficción. Los que habéis leído DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, ya sabéis que la nación mohawk tiene su espacio en la trama, como reconocimiento al papel importantísimo que estos nativos americanos tuvieron en la construcción de los rascacielos. Pero de estos obreros especializados y de su aportación para configurar la Nueva York que ahora conocemos ya os hablaré otro día.
Esta entrada es en homenaje a una mujer valiente. Tanto como lo es la enfermera Annette en la novela, la hija del chef Greystone que creció junto a Kenneth y Phillip en las cocinas del hotel Taormina y que al final... Bueno, esto no lo voy a decir porque hay que leerlo. Juro que fue casualidad la idea de crear el personaje como una joven india mohawk.


"Casi a las puertas de Delmonico’s se toparon con Annette Greystone que salía de una sombrerería. Laura procedió a las presentaciones.
—Déjeme adivinar el origen de esa belleza, ¿cheyenne?
—India mohawk —matizó con un parpadeo lento—. Medio india en realidad. Y nada de formalidades, por favor.
Laura se quedó anonadada. ¿El soso de Greg piropeando a una chica? " 
DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, capítulo 8


Poster reclutamiento enfermeras I Guerra Mundial

Pues bien, ya estaba en imprenta el manuscrito de la novela, cuando conocí la admirable historia de Charlotte Edith Anderson Monture. Ella era una jovencita mohawk canadiense que siempre quiso ser enfermera y no fue aceptada en ninguna escuela de su país por su condición de nativa. Con decisión, se trasladó a New Rochelle, en el estado de Nueva York, y allí cursó sus estudios en la Escuela de Enfermería convirtiéndose en la primera nativa de América que obtuvo el título de enfermera, en el año 1914.
¡Cuando lo supe no podía creerlo! Era tal la coincidencia que me quedé boquiabierta. Edith participó en la I Guerra Mundial, como miembro del cuerpo médico del ejército canadiense -ya la véis con el uniforme en la foto- y fue destacada en un hospital militar en Vittel (Francia). Después de la guerra, trabajó como enfermera en su país hasta 1955 y murió a la edad de 106 años.
Todo un ejemplo de mujer.

Fuentes:
SHORPY, galería fotográfica que incluye la historia contada por un nieto de Charlotte Edith Anderson Monture.
CANADAHISTORY, sección dedicada a los soldados nativos.

6 comentarios :

Aran dijo...

Es cierto!, qué casualidad!.
Muy interesante la información que has puesto. 106 años!!, madre mía. Menudos genes!
Besos

Olivia Ardey dijo...

Ya lo creo, ¡menudos genes! Y además, inmunes al vértigo. Los mohawk son admirables en todos los sentidos. Un beso.

Yolanda Gil dijo...

La Historia está llena de pequeñas historias y de grandes pioneras de las que, por desgracia, se sabe poquísimo :((. Gracias por darnos a conocer a la primera enfermera mohawk

Olivia Ardey dijo...

Gracias a ti, Yolanda, por la visita. Es cierto, la historia está llena de mujeres fuertes en todas las épocas. Un beso.

Samira dijo...

una historia muy admirable, pero como muchas otras de las que se sabe muy poco ... muchas gracias por la info =)

Olivia Ardey dijo...

Ya lo creo, Samira. Por eso es bueno dedicarles el día de la mujer a las mujeres anónimas y admirables. Un beso.

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